Es usual que en la formación
de un jugador de rugby se nombre el desarrollo motor.
El desarrollo se refiere a los
cambios que sufre el jugador a lo largo de toda su existencia; que son fruto de
la relación del organismo con el medio y que mantiene una relación muy estrecha
con el crecimiento.
Se trata de un término que engloba a los conceptos de
crecimiento, maduración ambiente y aprendizaje. Todo ello teniendo en cuenta
tres principios: las personas se desarrollan a diferente ritmo (muy importante),
el desarrollo es relativamente ordenado y éste tiene lugar de forma gradual.
Este proceso afectará al desarrollo y mejora de las
capacidades físicas del jugador así como al desarrollo y mejora de su
movimiento. El desarrollo motor es un aspecto parcial del desarrollo general y
a su vez, corresponde a la concepción integral de los ámbitos de la persona
(cognitivo, motriz, afectivo y social). Muchos autores y especialistas coinciden en
la importancia de ésta etapa durante edades que coinciden con el rugby
infantil.
Podemos nombrar algunas
características generales del desarrollo infantil y del desarrollo juvenil. Los
niños muy jóvenes aprenden a través del juego. Jugando con pelotas y otros
elementos aprenden destrezas básicas que usarán a lo largo de sus vidas
particulares y deportivas. Debido a que no tienen experiencia para usarla como
comparación, los chicos muy jóvenes confían en sus entrenadores y padres para
que les cuenten como están saliendo las cosas.
Debido a ello las sugerencias
son:
·
Mantenga divertidas las actividades, deje que aprendan
jugando.
·
Detenga los juegos antes de que pierdan su interés.
·
Hágalo sencillo, enseñe paso a paso, no les diga
solamente lo que tienen que hacer.
·
Elogie cada pequeño progreso, no critique. Si los
chicos están haciendo algo mal, muéstreles como hacerlo apropiadamente.
·
Los pequeños no quieren hacer lo que los grandes no
hacen.
Es de destacar que las fases
y edades son sólo divisiones prácticas para trazar razones didácticas claras.
Edad
de 6 a 9
años.
A esta altura los chicos
están aprendiendo a distinguir una causa y efecto en lo que ellos hacen. Pero
todavía les cuesta separar habilidad y esfuerzo. Los niños tienden a pensar que
el éxito depende solamente de con cuánto esfuerzo intentan hacer algo.
Tenga cuidado cómo alienta a
éstos niños. Decirles que ellos harán las cosas mejor si lo intentan con mayor
esfuerzo puede ser un error, especialmente si tienen poca habilidad natural
para lo que están intentando hacer.
- Sea paciente. Asuma las nuevas tareas una por vez
y paso a paso. Deje que los chicos aprendan en su propio tiempo lo que les
está demostrando.
- Sea alentador. Los niños son todavía
tremendamente dependientes de su criterio. Elogie el esfuerzo tanto como
los logros.
- Déjelos explorar sus propios límites, pero no los
presione más allá de sus habilidades naturales.
- Sea receptivo. Ayude a minimizar el miedo de los
niños al fracaso mientras intentan nuevas actividades.
El elogio no es la única
recompensa a la que responderán los niños. Utilice su curiosidad natural, su
anticipación de buscar una meta deseada, su compromiso con el grupo, o el
simple placer de tomar parte.
Esta edad demanda una gran
necesidad de movimiento, exigen gran variación de la actividad y tienen una inconstante
capacidad de concentración.
Edad
de 10 a
13 años.
Los niños, jóvenes
principiantes, están comenzando a juzgarse a sí mismos tanto como a aceptar el
juicio de otros. Aún así hasta la edad de 12 años todavía tienen la tendencia a
creer que poniendo garra se puede superar la falta de habilidad. Cuando los
niños descubran sus limitaciones precisarán comprensión y apoyo para que
continúen practicando deportes. Recuerde que usted no puede llevar a un chico a
hacer algo que él no quiere hacer.
Usted lo puede alentar y debe
guiarlo.
Algunos chicos independientes
llevan la autoevaluación demasiado lejos. Si los estándares que ellos se han
fijado para sí mismos son demasiados altos, entonces no habrá progreso que les
parezca suficientemente bueno.
- Sea comprensivo, ayude a los niños a aceptar sus
límites naturales y trabaje dentro de esos límites.
- Sea sensible, aliente a los chicos a fijar metas
realistas.
Atraviesan por la cumbre en
cuanto a desarrollo, comprensión rápida y aprendizajes de movimientos nuevos.
Etapa para sentar los fundamentos multilaterales posibles para el rendimiento.
Se debe brindar una formación técnica, deportiva, coordinativa y humana sólida.
Es posible la elaboración y creación colectiva de un juego, logrando dichas
pautas y reglas crear juegos más complejos.
Juan Casajús / Twitter @JuanCasajus
Material autorizado para su reproducción citando autor y fuente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario