viernes, 1 de marzo de 2013

PROPUESTAS DE ENSEÑANZA Y TIPOS DE JUGADOR



“Lo que tenemos que aprender, 
lo aprendemos haciéndolo”.
Aristóteles. 
Es notable la producción de propuestas teóricas en el rugby francés, que se 
traduce en abundante literatura y que da pie a numerosos debates. Hay una
tradición de la enseñanza, del punto de vista, de la teoría en el rugby en
Francia.

Podemos grosso modo distinguir tres tipos de propuestas.

Algunos autores piensan que el rugby puede solamente ser enseñado a partir 
de su esencia, a saber: el combate, la confrontación física directa (todas
situaciones en que el contacto es ineluctable): Es lo que piensa Pierre Conquet en “Los fundamentales del rugby moderno”. El juego propuesto es el juego de la batalla, que comporta un espacio estrecho y una medicina-ball como objeto de juego; esta medicina-ball limita las transmisiones tales que los pases largos e incita al alumno a controlar situaciones de enfrentamiento
en cuerpo a cuerpo. Al mismo tiempo, el alumno puede difícilmente huir o evitar.

Es un abordar el juego a través el combate (y el desafío físico); es necesario 
agregar por razones ligadas a la seguridad, la adquisición de gestos técnicos
securizantes y eficaces, al mismo tiempo que la preocupación por explicar y
hacer respetar las reglas del juego (socialización). Espacio estrecho para los
que se inician y balón levemente desinflado para evitar el juego al pie:
Esta propuesta está presentada en el libro: “A la conquista del  rugby”. Se trata antes que nada en esta propuesta de respetar la esencia de la actividad: El combate colectivo cuerpo a cuerpo.

Jean Devaluez (“Rugby, formación y enseñanza en el club y en las escuelas”) 
aboga por un rugby escolar que respeta lo que constituye sus elementos más
educativos: El compromiso físico, el respeto de los valores que el rugby vehicula.

En segundo lugar, otros autores piensan que es necesario desde la iniciación,
deja que los aprendices elijan entre el enfrentamiento directo o el quite
(“Rugby, desde la escuela hasta las asociaciones”, Serge Collinet y Jean-Yves
Nérin). En este enfoque, la lógica interna del juego queda respetada, a
excepción del juego al pie que interviene tardíamente en la formación del jugador.
En esta corriente podemos situar a Pierre Villepreux, que preconiza el juego de movimiento y la libertad del practicante en su formación de rugbyman.
A pesar de no estar en conocimiento de escritos específicos de Villepreux para
debutantes, su concepción del juego (importancia de los pases en la actividad) nos permite de situarlo en esta corriente, respetando la lógica interna de la actividad: Avanzar, sea evitando o desafiando.

En esta concepción, la noción de elección táctica es primordial, de tal forma
que el juego desplegado aparece con mucha rapidez en las situaciones de
enseñanza.

Finalmente una última corriente postula que el rugby puede enseñarse a partir
de situaciones de no contacto, utilizando como soporte el flag-rugby.
Sin choque y quitando un pañuelo de la cintura. Los contactos suprimidos,
la actividad se realiza en total seguridad. Esta proposición es la que desvirtúa
a primera vista en mayor grado la actividad, podemos legítimamente preguntar como los alumnos que han practicado el flag-rugby van a comportarse frente a situaciones de combate cuerpo a cuerpo.
Sin embargo podemos pasar progresivamente del flag al rugby proponiendo
sucesivamente el “tocar”, el “tomar por la cintura”, el” bloquear”, el “tackle
pasivo”. A partir de lo antes expuesto podemos distinguir dos tipos de jugador.
Es René Deleplace (“Rugby de movimiento, rugby total”) quien primero que
nadie innova en el dominio de la formación de los jugadores de deportes
colectivos. Desde 1979 propone la enseñanza de los deportes colectivos
(el rugby) a partir de situaciones con oposición (a partir del sistema de
tratamiento de la información, fases perceptivas y de decisión), mientras que
en esos años, los deportes colectivos se enseñaban sin oposición y sin
desarrollo específico de la inteligencia táctica.
“Técnica individual y estrategia colectiva” primaban sobre el sentido táctico.
A partir de los trabajos de Deleplace, el jugador de deporte colectivo es
formado en relación a la lógica de la actividad (el atacante frente al defensor,
el defensor frente al atacante) y desarrolla la inteligencia táctica (la
adaptabilidad motriz). Fuera la formación del jugador “especialista” de un
puesto desde su más temprana edad… y paso a la polivalencia motriz desde el comienzo de la formación.

Pierre Villepreux (“Formación en el rugby de movimiento”) ha trabajado en la
continuidad de Deleplace en lo que es la formación del jugador, la polivalencia
motriz conduce según él a la “disponibilidad motriz” en el juego, favoreciendo
al mismo tiempo las tomas de decisión del portador del balón. Es esta toma de decisiones individual que pone en peligro al adversario; los compañeros del
jugador portador de la pelota se adaptan colectivamente a la elección de juego del jugador. En esta formación del jugador, Villepreux integra el juego desplegado y el juego de pases como medio de formación.
Todos los teóricos y pedagogos del rugby están de acuerdo hoy en decir que es necesario prioritariamente formar jugadores polivalentes.
Los conceptos de Villepreux son la polivalencia motriz, la disponibilidad motriz, la suplencia absoluta.
Estos conceptos se traducen en gestos técnico-tácticos en un juego de movimiento basado en el juego desplegado. Los espacios propuestos al aprendiz son anchos.
Pierre Villepreux considera que “el rugby de los más jóvenes no es muy diferente al del practicado por campeones”. Pierre Conquet es por su parte favorable a una formación del jugador por el juego en movimiento pero antes que nada en un juego de combate (enfrentamiento físico, el combate cuerpo a cuerpo). Los espacios propuestos son estrechos, y podemos considerar que la concepción de Conquet se opone a la de Villepreux en el sentido de que uno propone desde el inicio, el enfrentamiento directo y el otro la toma de iniciativas en el juego desplegado.
Anotemos que en este “debate” de la enseñanza del rugby, René Deleplace piensa que “el juego sin tackle no ayuda en nada, al contrario, vuelve al debutante miedoso frente a las dos rudezas del juego (choque y lucha). Y es poniendo de un principio al debutante frente a esas realidades, simplemente ligeramente modificadas pero sin cambio en su característica profunda, que la adaptación puede tener lugar.

Autor: Tata Navarro
Link: http://tinyurl.com/d7sefxe

1 comentario:

UBER JULIAN BATERO dijo...

Cordial saludo.

soy licenciado en educación física y entrenador de rugby en la ciudad de Popayán Colombia.
me parece interesante el articulo, pero agregaría que también hay que tener en cuenta las fases del desarrollo del niño para poder iniciar trabajos de rugby en temprana edad, y de esta manera obtener un mejor rendimiento y aprendizaje.
gracias.

UBER JULIAN BATERO