Muchas
veces se observa un jugador de rugby de un Plantel Superior y se opina
sobre él y su juego. Pero pocas veces se piensa en su formación y en cómo
transcurrió dentro de una estructura planificada, estudiada y superadora en
cada club a través de los años.
Luego
de acordar una línea de juego y pedagógica cada club ordena su estructura de
formación con los principales responsables que son los entrenadores y los
protagonistas que son los jugadores.
Para
avanzar cada club debe tener una estructura ordenada de formación con rugby
infantil y rugby juvenil. Si bien los ejes son varios y variados detallaremos
algunos importantes.
Se
presentan Objetivos Generales y Objetivos Específicos. En ella se incluyen
etapas de Preparación Previa de Base y Preparación Específica de Base.
El
objetivo será estimular al jugador de rugby, tanto desde sus capacidades
condicionales y coordinativas, como también desde la técnica individual sin
olvidar el aspecto socio afectivo, con el objetivo de que llegue a integrar el
Plantel Superior de su Club y se mantenga el mayor tiempo posible, y sin
lesiones, en ésa etapa. No olvidar ésta premisa.
Algunos
rasgos y pautas generales de cada una de las etapas antes mencionadas:
1.
Etapa de
Preparación Previa de Base
· Esta etapa consiste en
el periodo de posibilidades óptimas, pues aquí estamos en presencia de la
aparición de las denominadas Fases Sensibles, las cuales bajo ningún punto de
vista pueden ser desaprovechadas para conseguir estimular eficazmente y efectivamente
a nuestros jugadores de rugby en formación y transformar sus capacidades en
habilidades.
· Apuntaremos a
incrementar el potencial motriz, el aprendizaje de las mayor cantidad posible
de destrezas y de técnicas que se puedan utilizar dentro del juego ante
diferentes estímulos (orales, visuales, kinestésicos).
·
Directamente
estimulamos aquellas capacidades relacionadas con el entrenamiento.
·
Estimulamos en éste
periodo, el desarrollo de las distintas formas de velocidad.
· Se incrementa el
trabajo sobre la flexibilidad pues por la edad de los jugadores comienzan los
desequilibrios orgánicos propios de la evolución del individuo.
·
Se hará hincapié en la
mejora de la técnica sobre la variedad motriz.
·
Se debe determinar el volumen
de trabajo anual por cada año y ciclo de jugador como así el tipo y la forma de
competencia que se desea para sus jugadores en formación.
2.
Etapa de
Preparación Específica de Base
·
Se establecerá en este
periodo más importancia a la Preparación General y auxiliar que apunten a la
perfección técnica, es decir haremos trabajos de circuitos en función del
periodo competitivo en que nos encontremos, basándonos en los parámetros
fisiológicos establecidos por edad.
·
Este es el momento
donde determinamos la especialización deportiva futura.
· Este estadio es el
indicado para aumentar el potencial funcional del organismo, trabajando
directamente sobre los sistemas comprometidos en la competencia y mejorando el
proceso enzimático si hablamos del sistema del ácido láctico, o sobre el Ciclo
de Kreps si nos referímos a lo aeróbico, sobre estos puntos ya hablamos en la
Etapa anterior, al definir el continuo energético.
· En las sesiones se
tratara de llegar cuando el mesociclo sea el adecuado al máximo volumen de
trabajo para acercarlo al de la competencia.
· En este período los
esfuerzos estarán orientados a sesiones de entrenamiento (circuitos) de mayor
volumen aeróbico e intermitentes, para así soportar los mayores volúmenes de las
sesiones especificas.
Con este programa de trabajo, se buscará el
óptimo desarrollo técnico y físico del jugador de rugby, basándonos en un
entrenamiento racional y sistemático, orientado a buscar la eficacia de las
técnicas a emplear en el entrenamiento deportivo a través del tiempo. Todo esto
se basará en ejercicios de coordinación muscular, reacción, agilidad,
contracción y relajación junto a los importantes objetivos técnicos.
Algunos contenidos iniciales técnicos
propuestos:
-
Que los jugadores tomen al contacto como
natural.
-
Realicen las habilidades motoras básicas y
combinadas
-
Que aprendan las técnicas individuales y específicas
de los diferentes gestos.
-
Que actúen bajo presión (con oposición) y
puedan resolver.
-
Que mantengan la continuidad en el juego.
-
Aprendan a tener el control de la pelota.
-
Corran hacia adelante con y sin la pelota.
-
Aprendan a resolver con postura corporal
correcta las situaciones de ruck y maul.
-
Aprendan como posicionarse en la cancha.
-
Tengan nociones básicas de formaciones como el
scrum y line-out.
Se deben incorporan necesariamente las siguientes habilidades motoras básicas
en el programa de desarrollo de los jugadores de Rugby:
- Empujar - Correr
- Traccionar - Lanzar
- Apoyos - Receptar
- Equilibrios - Saltar
- Rodar - Rolar
Como así desarrollar
destrezas como:
- Correr y esquivar.
- Recibir y correr.
- Correr y pasar.
- Recibir y patear.
Es importante el modo que
cada club y cada división ordena con criterio progresivo la enseñanza,
entrenamiento y mejora de las habilidades básicas y destrezas individuales y de
conjunto.
El respeto de los tiempos
individuales y grupales serán claves en el avance del programa dentro de la
estructura como así la comunicación entre grupo de entrenadores anteriores y
posteriores de cada división.
Determinar índices concretos
para observar el avance en calidad y cantidad también es un punto crítico en la
mejora de toda una estructura de formación de jugadores de rugby.
Juan Casajús / Twitter
@JuanCasajus
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