miércoles, 7 de octubre de 2015

Preparación Física en Rugby de 7.


La especialidad del juego reducido, ofrece análisis que deben ser tenidos en cuenta para el entrenamiento especializado. Una óptica coherente y un intercambio permanente con el entrenador, permitirá optimizar las planificaciones anuales.

Los principios más utilizados en el análisis del juego de siete, son mantener el control de la pelota y utilizar la profundidad y el ancho del campo.

Esto marca que los jugadores deben tener una gran preparación física y mucha velocidad. Son importante éstas cualidades para permitir que el coach elija sus jugadores y éstos respondan, fundamentalmente, cuando no se posee el balón.

Se debe conocer el nivel en que se encuentran nuestros jugadores, para planificar la posibilidad de rendimiento en cada etapa del juego. Además es necesario destacar la fortaleza mental para superar cada etapa. Aquí es donde se debe empezar a entrenar sobre la fatiga. Esto permitirá un gran trabajo de defensa y la posibilidad de crearles espacios al poseedor de la pelota.

Por supuesto que el juego del equipo dependerá de la condición atlética que posean nuestros jugadores, para de esa manera analizar a la oposición y ver de qué manera juega nuestro oponente.

Sin embargo, vemos a diario, que los sevens son cada vez más luchados y mucha fuerza es requerida, y vemos que jugadores de gran contextura física son utilizados y deben tener mucha velocidad tanto para el ataque como para la defensa. Logrado ésto, lo más rapidamente, permitirá sacar ventaja.

Como una sugerencia general se puede enfocar en lo siguiente:

Con un programa inicial de tres semanas, se comienza el período preparatorio general, donde el énfasis se marca en trabajos de trote, bicicleta y natación con volúmenes de 40 a 50 minutos. Se debe trabajar mucho la flexibilidad como así iniciar un trabajo de sobrecarga en gimnasio con repeticiones de entre 8 y 12. Los trabajos de tonificación de músculos del tronco deben ser prioritarios. Es la etapa ideal para realizar progresivamente ejercitaciones con lastre y ascensos en pendientes leves.

Las segundas tres semanas del programa definen la preparación específica. Aquí los trabajos en progresiones de velocidad en 30 a 60 metros, pasadas en velocidad sostenida en 50 y 100 metros, permitirán comenzar la graduación y planificación de trabajos con mucha producción de lactato. Las ciclicidades y variantes en las recuperaciones, los controles permanentes, harán que se comience a entrenar en tolerancia lactácida y posibilitar que el jugador esté entrenado para cuando el juego le demande mucho gasto energético y poca recuperación.

Se debe estar preparado para acompañar y guiar a los jugadores. Los jugadores deben entender que es un gran sacrificio, pero los resultados los harán, seguramente, disfrutar de otra manera el juego.

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Foto: www.sonsofserevirfc.zoomshare.com


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