Podés estar muy bien entrenado técnica, táctica y físicamente, pero si no trabajás sobre tus respuestas ante estados de presión, es muy fácil que no consigas mantener tu energía en el campo. En una competencia suceden diversas situaciones psicológicas y volitivas. Te menciono algunas con las cuales seguramente te sentirás identificado.
Que sucede por ejemplo ante un mal arbitraje, conductas de agresión del rival o el espectador hacia vos o tu equipo, poder sostener tu nivel de juego cuando todo parece perdido, el manejo de la ansiedad y desarrollar tu capacidad de espera sin miedo hasta el final, ser efectivo en tus decisiones jugándote por tu deseo de vencer sin temor a cometer un error, trabajar con tu memoria de corta duración, es decir la del momento presente, evitando viajar al pasado o al futuro, un buen pensamiento operativo centrado en la búsqueda de información, donde es más importante percibir el más mínimo movimiento e intensiones de tu contrario, que procesar tal o cual técnica a emplear. Debes saber qué hacer en cada circunstancia, y para ello descubrir aspectos de tu temperamento y rasgos de personalidad que juegan en contra.
Muchos jugadores no soportan ir debajo en el marcador, o por el contrario si van ganando, y se da vuelta el score, quedan fijos en esa situación imaginaria de perdedores, en la resignación, sin la necesaria cuota de agresividad, ligada a la pasión, para volver a obtener el resultado deseado.
Una derrota no siempre es la causa de afirmaciones como “se nos escapó el resultado, no tuvimos suerte, el referee no nos perdonó una, etc”. Encontrá las verdaderas causas y trabajá sobre ellas, dando posibilidad al cambio, a la superación, a dar un poco más, centrado en nuevos aprendizajes y no en repetición de viejas historias. Y, ¿cómo andamos con el pensamiento, el que juzga, critica, se anticipa, te desvaloriza?
En cuanto a tus capacidades sensoriales sobre la concentración de la atención. No podés trasladar ni un instante tu foco atencional hacia otro objeto externo, o inhibirte por una emoción interna. La atención debe estar en su justo lugar. Este aspecto juega un papel relevante en los deportes de combate, donde los deportistas están expuestos a sufrir lesiones, golpes y esguinces.
Pero esto no es posible desarrollarlo si no existe una correcta motivación, una conducta orientada a lograr un objetivo, una necesidad o deseo. La motivación es algo esencial y está ligada al jugador y a todo su ser. Es el motor que lo lleva a resistir ante cualquier contratiempo, soportar la lluvia, el calor, los duros entrenamientos, es la energía que te encamina a enfrentar las competencias de una manea madura y consciente. Cuando lográs enfocar tu motivación y dejar todas las demás distracciones y tentaciones de lado, el esfuerzo viene fácil, y ante ese logro, aumenta tu autoestima y capacidad de logro.
Asimismo, cuando cambiás el objetivo de competir por el de ganar, subiéndote a tu trono imaginario de poder, en lugar de demostrarte que sos un muy buen jugador para vos, tratarás de demostrar, que sos un muy buen jugador para los demás, lo que llamo un Narcisismo vacío, solo servís según lo que los demás piensen de vos. Es en ese caso, cuando la ansiedad de poder te gana, aumenta tu tensión, te acelerás, y el miedo a no conseguirlo te lleva una vez más a la derrota, sentimiento muy doloroso que no pueden soportar esta clase de personalidades. Lo más importante sos vos, los demás sólo están de paso.
Preguntáte, ¿Por qué compito? ¿Por qué practico esta actividad? Seguramente encontrarás algunas respuestas ocultas que no se te habían imaginado, y te darán posibilidad de cambio.
Lic Julia Alvarez
Twitter @IgunaJulia
Material autorizado para su reproducción citando autora y fuente.
Twitter @IgunaJulia
Material autorizado para su reproducción citando autora y fuente.
www.rugbyandfitness.com | Facebook.com/rugbyandfitness | Twitter @rugbyandfitness
No hay comentarios:
Publicar un comentario