En la presente columna, retomamos
la parte 1.
La misma está planteada desde
el punto de vista del maestro de rugby infantil y Referee de Rugby, en un tema
como la conmoción cerebral donde debemos actuar en consecuencia.
Los siguiente son algunos síntomas
de una conmoción cerebral:
- Dolor de cabeza
- Náuseas y vómitos
- Mareo o problemas de equilibrio
- Visión doble o borrosa
- Sensibilidad a la luz
- Sensibilidad al ruido
- Sentirse mareado o aturdido
- Sentirse mentalmente "enturbiado"
- Dificultad para concentrarse
- Dificultad para recordar
- Confusión u olvido de eventos recientes
- Lentitud para responder preguntas
- Cambios de estado de ánimo, irritable, triste, emotivo, nervioso
- Somnolencia
- Dormir más o menos de lo normal
- Dificultad para conciliar el sueño
Las conmociones cerebrales deben tomarse en serio y todos los
atletas que se cree sufren de una conmoción cerebral no deben regresar a sus
prácticas completas de deportes hasta que lo apruebe un médico. Un
médico puede confirmar el diagnóstico de una conmoción cerebral y decidir si
está bien que el atleta regrese a jugar. Los atletas que continúan jugando
después de una lesión corren mayor riesgo de que se empeoren sus síntomas y de
tener un periodo de recuperación más prolongado, y de sufrir una lesión cerebral
más complicada si vuelven a recibir golpes en la cabeza mientras están en
recuperación.
Nadie sabe cuántas conmociones cerebrales se pueden sufrir antes de
que ocurra un daño permanente. Las conmociones cerebrales repetidas preocupan
más, sobre todo si cada una toma más tiempo para resolverse o si se produce una
nueva conmoción por un golpe repentino. El médico encargado de la
evaluación debe saber sobre todas las conmociones cerebrales previas,
incluyendo las que ocurrieron fuera de un entorno deportivo, con el fin de
hacer las recomendaciones adecuadas sobre el regreso al juego y la
participación en deportes en el futuro.
Tratamiento
El mejor tratamiento para una conmoción cerebral es reducir la
actividad física y mental. Debe supervisar a los niños con frecuencia, pero no
es necesario despertarlos para revisarlos. Es posible que la asistencia a la
escuela y el trabajo se deban modificar y aplazar los exámenes y proyectos. Se
debe excusar a los estudiantes de la clase de gimnasia o actividades durante el
receso. Se puede recomendar esfuerzo físico liviano para ayudar a la
recuperación. La terapia física puede iniciarse debido a que algunos problemas
ligados con las conmociones cerebrales pueden necesitar de una rehabilitación
activa. Si se presenta un empeoramiento progresivo de los
síntomas de la conmoción cerebral o cambios en el comportamiento, se debe
reportar inmediatamente a su médico.
Regreso a la actividad
física
El tiempo de recuperación de una conmoción cerebral
varía según la lesión, pero puede prolongarse en los atletas que
continúan jugando después tras sufrir la conmoción. Un atleta se
puede sentir mejor y querer regresar a jugar antes de que su cerebro se
recupere por completo. Teniendo en cuenta el período de tiempo incierto e
imprevisible para la recuperación, toda la actividad deportiva se debe
suspender hasta que los síntomas hayan desaparecido por completo en reposo. Un
retorno gradual a la actividad física puede comenzar si ha sido aprobado por el
médico. Pedir a un entrenador atlético, si tienen uno disponible, a
que elabore un plan para supervisar el progreso puede ser útil. Es importante
poner mucha atención si se empeoran los síntomas (como aumento del
dolor de cabeza, náuseas o mareos) mientras se completa el proceso para regresar
a la actividad. Cualquier síntoma relacionado con la conmoción cerebral que
regresa con el esfuerzo es un claro indicador de que la conmoción cerebral no
se ha curado. La autorización final para volver a la plena actividad debe estar
bajo la dirección del médico.
Prevención
No todas las conmociones cerebrales se pueden prevenir, pero
algunas se pueden evitar. Se deben usar cascos para cualquier actividad de
montar (como montar a caballo, vehículo todo terreno, moto, bicicleta, patineta
o monopatín de nieve) o para deportes de contacto (como el fútbol americano, el
hockey y lacrosse). Los cascos deben quedar bien y estar en buenas
condiciones. Se debe enseñar a los atletas sobre técnicas de juego seguras y a
seguir las reglas del juego. Lo más importante es que cada atleta tiene que
saber lo importante que es informar a su entrenador, preparador físico, o
padre si se han golpeado en la cabeza o si tiene síntomas de una lesión en
la cabeza, incluso si esto significa dejar de jugar. Nunca ignore una lesión en
la cabeza, sin importar lo pequeña que sea.
(Continuará en Parte III)
Luciano Sapag
Material autorizado para su reproducción citando autor y fuente.
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