miércoles, 1 de febrero de 2023

APRENDER A DESAPRENDER


Los que hemos entrenado Rugby por algún tiempo hemos notado algunos cambios en los últimos quince años; cambios de índole socio-cultural en la vida diaria, que afectan la práctica deportiva.

La realidad en la que estamos inmersos los actores de la práctica del Rugby -jugadores, familia-, está caracterizada por el uso a veces excesivo de tecnologías, un orden familiar no tradicional: padres separados, familias ensambladas, excesiva demanda laboral, etc. De este orden surgen nuestros jugadores en este nuevo siglo. Un jugador descontento,desatento, con carencias afectivas, con centros de interés que indudablemente no son los mismos que quince años atrás.

Creo, humildemente, que aquí es donde yace nuestro error: en ubicar afuera de la enseñanza del Rugby el problema. En pensar: “No los motiva nada”, cuando en realidad sabemos que lo que no los motiva tal vez sea nuestra forma de trasmitir la información o la información misma. Porque todavía hay jugadores que vienen al club a aprender a jugar Rugby pero desde el lugar de la superación misma, vienen a aprender a mejorar su juego, a aprender lo significativo. Este tipo de aprendizaje va más allá de la técnica pura, de los factores claves, del último “drill” importado.

Me refiero al aprendizaje que se logra investigando, descubriendo, tomando decisiones, en suma experimentando.

Claro que este tipo de enseñanza implica un gran desafío para el Entrenador. Implica una planificación meditada y elaborada, el riesgo de encontrarse con preguntas que no podemos responder de forma espontanea, y hasta enfrentarse con conceptos y contenidos desconocidos. En definitiva, implica un cambio de foco, un cambio en la manera de hacer los entrenamientos. Y en ese cambio y esos entrenamientos está la demanda de nuestros jugadores.


Seguramente habrá Jugadores que tampoco se motiven con ésta enseñanza, pero siempre habrá entrenadores inolvidables, entrenadores que marcan a fuego, que se convierten en mentores y para ser uno de ellos debemos ejercer los valores del Rugby y su Espíritu en la labor diaria. No basta el último ”drill” importado, el debate sobre los factores claves, los discursos sobre el Espíritu y las Tradiciones del Juego, la generosidad, la igualdad, la amistad, la responsabilidad, la perseverancia... No enseñaremos desde el ejemplo, desde el modelo, si no lo ejercitamos (entrenamos) primero nosotros. No basta la imposición de autoridad si no transmitimos respeto en cada uno de nuestros actos: en la puntualidad, la corrección, la prolijidad, la solvencia, la planificación de nuestros entrenamientos. Ya no basta con lo discursivo con lo implícito porque nuestros Jugadores, modelo siglo XXI, piensan y cuestionan. Piensan, son curiosos y creativos.

¿Cuantas veces decimos: “estos chicos parecen tener muchos derechos y pocas obligaciones? Es verdad, que nadie en ninguna sociedad, puede vivir sin obligaciones. Pero las obligaciones, al igual que los derechos, se estudian, se desarrollan, se aprenden y se adquieren, también desde el ejemplo y cuando todo alrededor falla debemos estar nosotros los Entrenadores y el Rugby.
Tal vez la respuesta sea disponernos a ser más curiosos y creativos, en vez de“tercerizar” el problema y culpar al contexto. Después de todos nosotros también somos parte del contexto. Somos parte importante del Rugby y muchos somos padres. Si nuestra vocación es enseñar Rugby, tenemos la más útil de la herramientas, solo es cuestión de buscar estrategias adecuadas.

En esa búsqueda tendremos que desaprender para volver a aprender, pero de eso se trata porque el enseñar de forma significativa es aprender dos veces. Podemos plantear entradas en calor con pelota, multiplicidad de ejercicios cortos para mantener la concentración, sesiones de videos, contenidos de otras disciplinas, el enfoque de Inteligencia emocional, y muchas cosas más pero no es el “qué” sino el “cómo” lo que vale.

Dependerá entonces de nosotros encontrar el camino para planificar primero, desarrollar en la cancha y evaluar después, una enseñanza más efectiva que genere un aprendizaje memorable que a su vez logre mejores Jugadores, lo cual no es mas ni menos que lo queremos lograr temporada tras temporada.

Daniel Aguirre / Ex Educador del International Rugby Board

Twitter @rugbyandfitness | Facebook.com/rugbyandfitness 



4 comentarios:

Bruce Kill dijo...

Excelente lectura! Felicitaciones y ojala podamos llevarlo a la practica constante.
Saludos

Malditos Viernes dijo...

Una gran reflexión que ahora mismo voy a transmitir al resto de entrenadores de mi club. Muchas gracias por es punto de vista

eloso2174 dijo...

Muchas gracias. Es muy esclarecedor. Me dedico a entrenar a otros desde los 15 años. Y no digo entrenador pues recién ahora, 35 años mas tarde, estoy sintiendo como tal. Como todos los artículos que se publican acá, son muy útiles para refrescar, replantearse y encarar los entrenamientos con nuevas energías. Sergio Segovia El Calafate Rugby & Hockey Club

Anónimo dijo...

Se puede decir más alto amigo, pero no mas claro. Coincido plenente contigo