miércoles, 11 de febrero de 2015

LA ELECCIÓN DE LOS VOLUNTARIOS

En Argentina como en gran parte del mundo, las asociaciones deportivas, gobernadas y administradas por personas que conforman comisiones directivas ad honorem ó amateurs, se encuentran con el problema de completar sus cuadros de gestión por personas que también son voluntarias y no perciben retribución alguna, con excepción de aquellos que mantienen relación de dependencia de tiempo completo, en las diversas organizaciones.

Vamos a encontrar dentro de ese universo de personas dispuestas a colaborar y comprometerse de manera espontánea, tantas voluntades como necesidades personales y particulares que deben ser satisfechas al realizar las diferentes tareas que se encomiendan.

A estos voluntarios los podemos identificar en tres grupos definidos por su motivación, de la siguiente manera: 1) Aquellos que centran en ellos mismos, se preocupan de sus propios sentimientos y valores, con independencia de lo que el voluntariado les puede aportar, a estos les interesa estar entre bambalinas, pasar inadvertidos y dedicarse a un trabajo esperando que surjan solos los lazos afectivos en su participación, 2) Aquellos que piensan en el prójimo, y entonces dan más importancia al apoyo social y a la posición que el trabajo les puede brindar, ven la posibilidad de realizarse y mostrar sus talentos ocultos, y ostentan cierto grado de poder al desarrollar las tareas; y 3) Aquellos que cuyo único objetivo es servir a un club deportivo que les ha dado su apoyo durante largos años como jugador, y se ven como voluntarios devolviendo al club todo lo que recibieron, saldando así la deuda moral contraída durante esos años.

También se deberá tener en cuenta que existen unos voluntarios que desean mantener su autonomía, otros que esperan órdenes claras y precisas. Unos prefieren trabajar solos, y otros solo aprecian el trabajo en grupo.

¿Cómo identificar entonces las necesidades de cada voluntario para proceder a su elección y su asignación de tareas?. Deberán seguirse las siguientes etapas:

1.- Identificar las tareas y funciones que requieren voluntarios.
2.- Identificar el tipo de personas necesarias.
3.- Enumerar las fuentes de voluntarios (deportistas actuales, familiares de estos, antiguos deportistas, estudiantes, etc.).
4.- Impulsar estrategias de búsqueda (contacto personal, telefónico, correo electrónico, redes sociales, periódicos, panfletos, folletos, etc.).
5.- Discutir el programa del club y sus objetivos con el voluntario, y determinar su grado de interés y sus habitualidades (tiempo disponible, compromiso con la tarea, conocimiento de la tarea, etc.)
6.- Asignarle funciones que sean a la vez importantes para la organización deportiva y para él.

Es de hacer notar que el programa del club y sus objetivos debe necesariamente tener en cuenta también las necesidades y motivaciones del voluntariado.

Aparece luego el inconveniente del cambio de personal (voluntario y rentado) con demasiada rapidez en este tipo de organizaciones, promedio cada dos o tres años. Las siguientes ideas, tomadas como consejos útiles pueden ser aplicadas para solucionar esta etapa conflictiva en muchos clubes:

a- Ayudar a que los voluntarios sean más eficaces organizando talleres de orientación y formación, dándoles ocasiones frecuentes de perfeccionamiento y desarrollo.
b- Ofrecer a los voluntarios ocasiones de ser evaluados en su trabajo, (tanto por los administradores de la asociación como por sus pares).
c- De acuerdo a su evolución, ofrecerles nuevos desafíos y responsabilidades.
d- Implementar un sistema de colaboración entre voluntarios para que se apoyen mutuamente.
e- Estar atentos de las necesidades e intereses de cada voluntario y manifestar un interés real por su trabajo.
f- Compartir toda la información con ellos e interesarlos teniéndolos al día constantemente sobre lo que sucede en el club.
g- Ofrecerles la ocasión de compartir sus experiencias con otros voluntarios, en especial con los que se pretende integrar (jornadas o talleres de reflexión).
h- Darles las mejores condiciones físicas de trabajo posibles.
i-Construir la acción y la gestión con el esfuerzo positivo, reconociendo públicamente sus contribuciones como voluntario, ensalzando sus ideas creativas e innovadoras.
La conservación y la búsqueda de voluntarios en los clubes y asociaciones deportivas debe ser una preocupación constante de sus directivos. Corresponde a estos poner en marcha un sistema de búsqueda y conservación de sus voluntarios, que deben ser considerados tal como se lo hace con los remunerados, vale decir, personas importantes, que poseen intereses, expectativas y grados de aspiración muy diferentes unas de otras.

Bibliografía: Mitchelson, B., and Slack T., (1982), The volunteer Sport Administrator, Otawa, Chaper.

Luis Horacio Ibañez Gattelli
Twitter @LuisIbaez2 
Material autorizado para su reproducción citando autor y fuente.

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