miércoles, 1 de marzo de 2023

PLANIFICACION A LARGO PLAZO (PARTE II)


Nuestro blog continúa con la serie de análisis al respecto de la planificación.
Pueden ver la Parte I en link.


Entrenar un equipo de rugby infantil, juvenil o de superior obliga a trazar un plan, a delinear una estrategia, a poner en un papel ideas. Para que éstas ideas sean consistentes y tengan un eje en común, debemos pensar en un plan, que debe perdurar en el tiempo. Estamos hablando de planificación a largo plazo.

Ese plan va a permitir que yo puedo ir evaluando en el día a día si los objetivos planteados, están siendo cumplidos y por otro lado si es necesario ir haciendo modificaciones. Garry Kasparov dice ¨Que un mal plan es mejor que no tener ningún plan¨.

El tema es ver como yo genero esa planificación a largo plazo acompañada de planificaciones en el mediano y en el corto plazo. Todo esto obliga una elaboración de un proyecto, el cual cuenta con diferentes etapas.

Iniciando el Proyecto de Planificación

Desde mi forma de ver la planificación a largo plazo, debemos comenzar por las expectativas de logro. Estas permitirán tener una idea sobre qué objetivos planificar en forma anual, teniendo en cuenta la edad, la categoría y el nivel de juego. Éstas expectativas se plantean desde un gran nivel de exigencia. La idea es que nos sirvan para el delineamiento de los objetivos de la planificación. Si mis expectativas de logro son muy básicas, mis objetivos acompañarán ese proceso. Por el contrario, si las expectativas son altas, mis objetivos se potenciarán.

Yo siempre acuño la frase que las expectativas de logro que yo planifico en los clubes que trabajo si los jugadores lo cumplen jugarían en los Pumas.

Tiene que quedar claro dos cosas:
·        Es muy difícil que se cumplan las expectativas de logro
·        Pero debemos recordar que son simplemente orientadoras de lo que yo quiero lograr en cada categoría o en cada grupo.

Como segundo paso dentro del proyecto armamos una planificación con los objetivos qué vamos a trabajar en las diferentes categorías. Estos objetivos están en concreta relación con las expectativas de logro presentadas anteriormente.
Los objetivos distribuidos a lo largo del año me permitirán ir armando los distintos momentos de entrenamiento en el mes, en las diferentes semanas y días.
Si como entrenadores tenemos planificado que trabajar en cada mes, en cada semana y en cada uno de los entrenamientos, nos permite poder realizar modificaciones necesarias.
Por último y no menos importante queda la evaluación diagnóstica del grupo de jugadores. Esto lo realizan los entrenadores al recibir el grupo nuevo. Los entrenadores salientes dan su diagnóstico de como termino el grupo y de las características.

Este diagnóstico permitirá tener claro realmente donde está ubicado el grupo para el inicio de la temporada. Toda la información que surja de la evaluación diagnóstica debe ser cotejada con la planificación anual y con las expectativas de logro, para poder determinar fehacientemente el plan de trabajo.

Planificar en una primera instancia no es una tarea sencilla la misma debe entrenarse en el día a día generando un hábito en el entrenador. De la misma manera que el entrenador solicita el jugador que ciertas técnicas se conviertan en hábitos el entrenador debe dar el ejemplo. Con el tiempo este ejercicio de planificar se termina convirtiendo en un hábito y empieza hacer una situación más sencilla de llevar adelante.

Bibliografía: “Como la vida imita al ajedrez”. Garry Kasparov.

Darío Salluzzi | Licenciado en Educación Física | Email: dario.salluzzi@gmail.com

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